Escribe Don Miguel Moreno de Magaña: “En el camino de la rinconada a las sierras de San Pedro Manrique, o de la altura del Puerto, hacia la tierra de la rinconada y Agreda, hay un pueblo partido en dos –que son sus barrios-, y un castillo sobre la cumbre dominante de un montículo que parte el terreno. Un castillo de buena fábrica cuyas barbacanas se han rehundido al paso de los siglos. Aunque sus lienzos y sus torres y sus almenas resisten a los embates de los años, y permanecen como seculares testigos de los tiempos que pasan mientras ellos, sobre la altura siempre, siguen vigilantes. Asomados a la rinconada y también a las duras y pardas tierras serranas.

Magaña está en el cruce, con su castillo guerrero.

Y con las casas apiñadas en su torno.

Magaña, situada en la encrucijada de los Ríos Montes y Alhama, afluentes del Ebro, que dividen la villa en dos barrios y confluyen bajo el cerro del castillo. Debido a esta gran cantidad de agua que penetra en estas tierras, en la antigüedad había cinco molinos y un batán.  Alfonso VIII estuvo allí el 14 de junio de 1.181. Se supone sus orígenes a repobladores cristianos que perduraron a las batallas de Almanzor y se extendieron desde aquí hacia las tierras de Agreda. A mediados del siglo XV el señorío de Magaña pertenecía al condestable Don Álvaro de Luna, valido del Rey de Castila Juan II, en una época de enfrentamientos de Castilla contra los Infantes de Aragón y el rey de Navarra. Magaña perteneció después a los Duques de Alba y al Marqués de Vadillo.

 

Servicios
  • Ayuntamiento: 975 383 102
  • Bar María Pilar Zamora: La Plaza 2
  • Fundación Hogares de Magaña: 975 383 036

Habitantes

113

Extensión

5.919 Has.

Altitud

870 m.

Fiestas

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Magaña

Puntos de interés de Magaña

Castillo de Magaña ( BIC 1949)

Enseñorado en un altozano junto al casco urbano está compuesto de doble recinto en torno a la torre del homenaje, que es de origen bereber e del siglo IX-XI, y muy anterior, por lo tanto, al resto del castillo que responde al trazado de los castillos señoriales del XVI. La torre conserva restos del almenado superior y algún ventanal con sillares labrados. Consta en su estructura de dos anillos concéntricos. El interior, de gran altura, es rectangular, con tubos cilíndricos en dos esquinas, una esquina libre y en la cuarta la torre del Homenaje. El recinto exterior es notablemente más bajo y su traza es un polígono algo irregular con siete cubos cilíndricos y numerosas saeteras repartidas por sus lienzos.

“Castillo de Magaña, asomado a la vega y a la corriente del río. Castillo, en Plena Castilla. No abierto a la inmensidad de la llanuras o a los campos de mies; más bien escondido entre los montes, cual si se tratara de una reducción del paisaje y de una limitación de las convencionales marcas administrativas.” (Miguel Moreno).

 

 

Iglesia de San Martín de Tours

De nave única y ábside poligonal, gótica del XVI. En el interior retablo barroco que denota influencia riojana en su escultura. Alberga la talla de la Virgen de Monasterio, románica y proveniente de su antigua ermita actualmente en ruinas.

Ermita de la Virgen de Barruso

Cabecera presuntamente prerrománica con planta de herradura con planta de herradura en el interior, semiexcavada en la roca. La titular románica del XIII, en retablo del XVII, es la patrona de Villa y Tierra. Decorada en su interior con interesantes frescos populares.

Fiestas de Magaña

Las fiestas principales son el 3 de junio y el 26 de agosto.

Por San Martín se repartía el bibitoque, consistente en nueces, almendras, pan y vino; también lo llamaban almendreques, y bebían en taza de plata que se conserva; primero bebía el alcalde, y por ese lado ya no bebía nadie. Pagaban el piso, la entrada a mozo y a vecino y si no se cumplia la costumbre se cencerreaba. El Sábado Santo colocaban aleluyas.

Por San Martín hacen sardinada. Por San Antón, el 17 de enero, encienden hogueras. Romería con subastas en la ermita de la Virgen de Barruso, patrona de Magaña y su tierra.

Agregados

Villaraso

Está ubicado en plena sierra, en la del Almuerzo y, a buen seguro, que por el pueblo la nombrarán de otra forma, pues siempre los relieves, montañas y colinas, son particularizadas.

El río Alhama separa su término del de Suellacabras y con su agua movieron dos molinos, según nos indica Pascual Madoz en 1845, en su Diccionario. Allí también puede leerse que, por esas fechas, eran 28 los vecinos y 112 el número de almas, en lenguaje de la época. Pero debió ser este lugar más abundante en números de habitantes, en la Edad Media, o algún siglo más tarde, ya que existieron tres barrios: La Casa Vieja, El Cerro de las Casas y Los Corrales del Curato, despoblados desde hace ya mucho tiempo. En época de señoríos, Villarraso fue del marqués de Vadillo, quien también tenía la propiedad de algunas tierras para el pastoreo de su ganadería trashumante. Revista “Aires de Villaraso”. Asociación “El Espino”.

Pobar

Su nombre derivado de pobo, que procede del latín POPUS. El sufijo -ar tiene un valor abundacional y colectivo, por lo que se refiere a lugar caracterizado por la abundancia de chopos.

Su Iglesia parroquial está dedicada a S. Esteban. De una sola nave de cielo raso con forma de cruz latina. Crucero con cúpula sobre pechinas y brazos con lunetos. La capilla mayor con triunfal de medio punto y brazos con lunetos. Torre en la cabecera, de dos cuerpos y cuatro vanos. El edificio del siglo XVIII ha sufrido distintas alteraciones en los siglos XIX y XX.

Celebra sus fiestas patronales en honor de Santa Rosalía durante el fin de semana posterior al 4 de Septiembre. Otras fiestas locales son: El Triunfo de la Santa Cruz, el sábado y domingo después del 16 de Julio; aunque también se le conoce como fiesta del Carmen. El 26 de Diciembre se honra a S. Esteban y el 20 de Enero a S. Sebastián.

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